Wilma Harvey ¡Ahh, la deliciosa pizza! Cuando pensamos en este platillo nos acordamos rápidamente de Italia, pero la realidad es que cada ciudad tiene su versión favorita.
Es seguro que mucha gente esté de acuerdo. Habrá algunos que prefieran la pizza de pepperoni o la pizza hawaiana. El consenso se limita a un solo punto: mi pizza es mejor que la tuya.
Por ejemplo, hace tiempo le preguntaron al escritor gastronómico napolitano Vincenzo D’Antonio, qué pensaba de la pizza en Roma. Él respondió tajantemente: “Tengo suerte de no vivir en Roma”.
El apoyo a un estilo de pizza local puede estar arraigado, como la lealtad incondicional a los Chicago Cubs, a los Vaqueros de Dallas o a las Chivas de Guadalajara.
Ningún tipo de pizza es como aquella con la que creciste
Quizás por eso algunos norteamericanos se sienten en conflicto con la pizza que prueban en el viejo país. Entonces, ¿qué pasa si la pizza siciliana en Palermo es más auténtica que su adaptación italoamericana en Boston? No es exactamente su pizza.
Tal lealtad es loable pero también limitante. Tu primer amor por la pizza no es necesariamente el mejor y no tiene por qué ser el último. No se otorgan puntos de virtud por la monogamia de la pizza o por limitar tus relaciones a una sola forma de cuerpo, como cuadrado y pesado.
La pizza italiana se hizo para ser disfrutada
En Italia, donde la pizza excepcional viene en varios estilos, lo último que quieres es ser encasillado. Hay muchas versiones tradicionales que no debes quedarte con una sola.
Existe una muy famosa y muy deliciosa, la deliciosa pizza alla pala del centro de Lazio. Creada en Roma, este pan plano ovalado largo se sirve en una pala de madera o “remo”.
La deliciosa pizza alla pala
La pizza alla pala se elabora con una masa de larga duración y alta hidratación que los panaderos romanos estiran a lo largo y cubren con ingredientes complementarios.
A diferencia de la variedad napolitana de leña, la masa de la pizza alla pala se pone en un horno eléctrico de 10 a 12 minutos.
Después de hornear, la pizza se desliza del horno sobre la paleta homónima, se cubre con ingredientes frescos según se desee y se sirve.
La pizza resultante cuenta con una corteza gruesa con un exterior crujiente que cede a un interior suave y esponjoso con cada bocado perfecto.
Con una rebanada inicia una gran amistad
En Italia, esta obra maestra extensa se comparte típicamente entre un grupo de amigos por porción.
Cuando vayas a tu pizzería favorita, pide que te preparen una versión similar a la pizza alla pala. Un solo bocado de esta deliciosa pizza te recordará a las cálidas noches de verano en las plazas de Italia, mientras ves a la gente pasar mientas comes una rebanada, vino o cerveza. ¡Cósmico!
