Wilma Harvey ¿Eres de las personas que se despiertan sin energía y con sensación de flojera la mayoría de las mañanas? ¿El café se ha convertido en una necesidad para ayudarte a aguantar el día?
Si lo anterior te suena familiar, es hora de dejar de lado las soluciones rápidas de las que dependes y desarrollar un plan para elevar tus ánimos. Empezar puede parecer desalentador, pero pronto te sentirás con más ánimo para seguir adelante una vez que coseches los beneficios de un estilo de vida más feliz, saludable y productivo.
El manejo de la energía
Piensa en la energía como un recurso limitado, como el dinero de una cuenta. Empiezas el día con una cantidad determinada para gastar. Esta cantidad varía de una persona a otra en función de factores como la edad, el sueño, los niveles de estrés, las condiciones médicas y el estilo de vida.
Las actividades e interacciones consumen energía de tu cuenta o la depositan en ella. Aunque no siempre puedes controlar las actividades que te agotan, puedes tomar medidas para generar más fuerzas y ánimos en tu cuerpo.
Hoy te compartimos algunos consejos para tener mayores ánimos y ganas de vivir una vida más feliz, saludable y productiva:
1.Agrega alimentos nutritivos a tu dieta
Una dieta equilibrada y saludable es la base del bienestar. Alimentarnos equilibradamente con un alto contenido de frutas y verduras, proteínas magras, lácteos bajos en grasa y cereales integrales nos permitirá obtener una energía óptima. Realmente somos lo que comemos.
Consume una variedad de alimentos de todos los grupos alimenticios para obtener una gama de nutrientes que te proporcionen la “gasolina” necesaria para llevar a cabo tus actividades a lo largo del día. Opta por frutas y verduras frescas o congeladas, especialmente las de hoja verde oscura y brócoli, que son muy nutritivas, así como las verduras de color naranja, como las zanahorias. Puedes elegir entre muchos tipos de pescado y legumbres para tener opciones de proteínas saludables. Intenta comer un poco de cereales, panes, arroz o pasta integral a diario.
2. Dormir de siete a ocho horas
Dar prioridad al sueño es una de las mejores cosas que puedes hacer para prepararte para tener un día exitoso. La falta de sueño puede traer consigo graves problemas de salud, así como afectar negativamente tu estado de ánimo, motivación y tus niveles de energía. Dormir bien es un hábito saludable que muchas personas necesitan mejorar.
Observa tus patrones de sueño si tienes problemas para dormir. Tome nota de cuánto duermes por la noche, qué factores que contribuyen a tu sueño, de lo descansado que te sientes y de la energía que tienes durante el día. A continuación, pon en práctica estrategias para mejorar tu sueño, como crear un entorno relajante y reparador, minimizar la luz y el ruido, establecer una rutina a la hora de dormir, controlar el estrés y apagar los dispositivos electrónicos.
3. Haz algo que te aporte
¿Qué te apasiona? ¿Tienes un talento especial que te gustaría practicar más a menudo o compartir con los demás? Haz algo que te guste cada día, aunque sea un acto sencillo como cocinar una comida saludable o escuchar tu canción favorita. Poner empeño en las cosas que más te importan te ayudará a utilizar y reservar tu energía de forma que saque lo mejor de ti.
4. Ejercítate con regularidad
¿Te sientes somnoliento a la mitad del día? ¿Alguna vez te has cansado mucho ante simples tareas cotidianas, como ir al supermercado o con las tareas del hogar? La Secretaría de Salud recomienda que los adultos realicen al menos 150 minutos de actividad física de intensidad moderada cada semana.
El ejercicio alivia el estrés y la tensión, fortalece los músculos y aumenta la resistencia, y ayuda a tu cuerpo a trabajar eficientemente durante otras tareas o actividades físicas.
Tips adicionales para cuidar de ti
Haz cambios graduales.
Una vez que seas consciente de que algunas de las personas o acontecimientos sabotean tu energía, piensa en los siguientes pasos. En lugar de querer resolver todo a la vez, elige un área que sea importante para ti y sé realista con los objetivos que te propongas. Por ejemplo, si la desorganización en tu casa es una gran fuente de estrés diario, elige un espacio de casa, una alacena o un cajón para limpiarlo cada semana en lugar de abrumarte con hacerlo todo a la vez.
Planifica y prioriza.
Toma nota de los momentos del día en los que sus niveles de energía tienden a ser más altos. Decide cómo puedes aprovechar esos momentos priorizando las tareas importantes cuando te más animado y productivo.
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