Wilma Harvey Si también te interesa saber por qué es tan importante el colágeno de nuestra piel no te preocupes aquí te lo decimos todo.
¿Por qué es tan importante el colágeno de nuestra piel?
Lo hemos escuchado miles de veces, y tal vez incluso usamos un tratamiento que lo incluya, pero seguramente aún no sabemos por qué es tan vital para nosotros.
El colageno es una de las proteínas más importantes del cuerpo, ya que representa más del 25% del total de las proteínas que componen un individuo.
Lo encontramos en todas las estructuras esenciales del cuerpo, como los huesos, tendones, ligamentos y la piel. Es responsable de la fabricación de fibras muy resistentes y flexibles (fibras de colágeno), que mantienen el funcionamiento interno de todos los tejidos.
¿Qué papel desempeña en la dermis?
El colágeno es el soporte de la piel, dándole la firmeza y la elasticidad que necesita para moverse y funcionar de forma saludable.
Si hiciéramos una comparación, podríamos decir que es el esqueleto de nuestra piel. Nuestro cuerpo produce colágeno de forma natural hasta aproximadamente los 30 años de edad, después de lo cual produce cada vez menos hormonas y menos colágeno.
A los 40 años de edad la creación de esta proteína puede disminuir hasta un 1% anual, mientras que esta pérdida es de alrededor del 30% por año a la edad de 70 años.
La progresiva disminución del colágeno en nuestro cuerpo hace que las estructuras epiteliales de la piel (tejido formado por varias capas de células) se debiliten; esto adelgaza la piel y provoca más flacidez y arrugas.
Según Ángel Arco, la flacidez de la piel conlleva una reducción de la cantidad y la calidad de las fibras de colágeno, por lo que disminuye el colágeno soluble y aumenta el colágeno insoluble.
Dicho esto, el envejecimiento de la piel no destruye el colágeno, sino que disminuye su producción.
Aunque el paso del tiempo es el principal culpable del desgaste del colágeno de la piel, existen otros factores que favorecen su pérdida y destruyen las reservas existentes en el organismo, como el estrés, la exposición excesiva al sol y una dieta pobre en minerales, vitaminas y aminoácidos.
En cuanto al sol, éste descompone el colágeno y limita su síntesis.
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