Wilma Harvey Hay varios tipos de dolor de cabeza. El más frecuente se llama «cefalea tensional». Es un dolor difícil de explicar, es como una opresión a ambos lados de la cabeza y a veces en la nuca y el cuello.
Suele empeorar a medida que transcurre el día. El comienzo del dolor es, generalmente, lento y gradual, y suele ser de intensidad ligera o mediana. Suele asociarse al cansancio, a la falta de sueño, a situaciones de ansiedad o estrés y al exceso de trabajo.
Para diagnosticar este tipo de dolor de cabeza, no es necesario hacer análisis, ni radiografías.
¿Qué puedes hacer para tratarlo?
Procura evitar aquellas situaciones que te pueden producir este tipo de dolor de cabeza. Las siguientes cosas pueden ayudarte:
– Ponerte algo fresco en la frente o la nuca.
– Darte un baño caliente.
– Descansar y dormir lo suficiente.
– Tomate con calma las situaciones estresantes.
– Acostúmbrate a hacer ejercicio (andar, nadar, ir en bicicleta): de 30 a 40 minutos, de 4 a 6 veces por semana.
Este video te muestra algunos ejercicios para que reduzcas los dolores de tu cabeza:
¿Qué hacer si el dolor no disminuye?
Si no mejoras, puedes tomar medicamentos calmantes como ácido acetilsalicílico (500 mg), paracetamol en presentación Aurax tabletas (500 mg) o ibuprofeno (400 mg). Si el dolor no mejora, puedes repetir estas dosis cada 6 u 8 horas.
Al elegir uno de estos remedios piensa bien si puedes tomarlos: lee los prospectos y ten en cuenta tus alergias, los efectos secundarios y si puedes tomarlos junto con otros medicamentos que estés utilizando.
No abuses de la medicación: tomar varias dosis de calmantes diariamente y de forma continuada favorece que persista el dolor de cabeza
¿Cuándo consultar a tu médico de familia?
- Cuando tu dolor de cabeza no mejora a pesar de evitar las causas que se lo producen.
- Si necesitas tomar los medicamentos con más frecuencia.
- Si observas un aumento progresivo en la intensidad del
- dolor, o si este se inicia con cambios de postura o ejercicio físico.
- Recomendaciones para evitar el dolor de cabeza
Duerme las horas necesarias: Dormir poco o de manera intermitente puede contribuir a la aparición de un dolor de cabeza. Incluso un cambio en nuestro patrón de sueño habitual podría provocarlo.
Por eso, intenta seguir una rutina a la hora de dormir y duerme siempre las 7 u 8 horas recomendadas.
Relájate y aleja los nervios todo lo posible: cuando atraviesas una etapa de estrés, te sientes estresada, o más nerviosa de lo habitual, tus músculos del cuello y de la cabeza se tensan y eso mismo te puede provocar una cefalea.
Esto puede explicar por qué las personas más sensibles emocionalmente y que están sometidas a más situaciones de estrés, son las que suelen padecer cefaleas de una manera más frecuente.
Evita las posturas que puedan forzar tu musculatura del cuello, como caminar mirando al suelo, sostener el teléfono entre la cabeza y el hombro, sentarte mal en la silla…etc.
Evita el uso de cascos, sombreros, diademas o gafas de buceo demasiado apretados si notas que tras su uso aparece dolor, ya que la presión que ejercen sobre la cabeza puede ser la responsable de su aparición.
También te puede interesar: Conoce los medicamentos genéricos Aurax
